viernes, 15 de enero de 2016

CUENTOS



Es una narración tradicional que se transmite de persona o persona, o de generación en generación en forma oral, por ello se pueden presentar múltiples versión del mismo que coincide en su idea central pero cambia en los detalles. Han sido registrados, reelaborados y reagrupados por medio de la escritura y finalmente difundidos a través de la imprenta.
Se los considera una literatura popular funcional, que enuncia y recuerda las leyes de una sociedad. Escritores contemporáneos se han inspirado en ellos para crear sus propias versiones.

Características:
  1. Se desarrolla una serie de acciones ficticias que terminan en un final feliz.
  2. No hay grandes descripciones
  3. El espacio y el tiempo son indeterminados
  4. Se usan fórmulas y repeticiones
  5. Subtipos: los cuentos maravillosos, las fábulas y los cuentos de costumbres.
  6. Acciones de los personajes:
  7. Uno de los miembros de la familia se aleja de la casa
  8. Recae una prohibición sobre el protagonista
  9. El agresor daña a uno de los miembros de la familia
  10. Uno de los miembros de la familia tiene ganas de poseer algo
  11. El daño es reparado
  12. Se consigue el objeto deseado.
Ejemplos:
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era la más veloz y se burlaba de ello ante la lentitud de la tortuga.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar a tu meta! Decía la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:
- Estoy segura de poder ganarte una carrera.
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.
- Sí, sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy engreída, aceptó la apuesta.
Así que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho señaló los puntos de partida y de llegada, y sin más preámbulos comenzó la carrera en medio de la incredulidad de los asistentes.
Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre dejó coger ventaja a la tortuga y se quedó haciendo burla de ella. Luego, empezó a correr velozmente y sobrepasó a la tortuga que caminaba despacio, pero sin parar.
Sólo se detuvo a mitad del camino ante un prado verde y frondoso, donde se dispuso a descansar antes de concluir la carrera. Allí se quedó dormida, mientras la tortuga siguió caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
Cuando la liebre se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una corta distancia de la meta. En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera!
Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza es un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie
Esta fábula enseña a los niños que no hay que burlarse jamás de los demás y que el exceso de confianza puede ser un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.

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